Diario de León

«Esta postguerra», una columna de Pedro García Trapiello

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Esta postguerra

Una columna de PEDRO GARCÍA TRAPIELLO en la última página de Diario de León (17-Feb-2020)

Diario de León se hace eco de la presentación de ‘La pobreza’, de Gamoneda (2020)

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El Diario de León toma de la Agencia EFE la noticia de la presentación en Madrid de «La pobreza», segundo tomo de memorias de Antonio Gamoneda, el 12-2-2020. Las fotografías son de Benito Ordóñez.

Abriendo la sección de Cultura.

«Don Antonio Gamoneda», un artículo de Margarita Merino (1998)

Margarita Merino.

Don Antonio Gamoneda

Por MARGARITA MERINO
[Reproducimos un artículo publicado en Diario de León el 15 noviembre de 1998]

Me resulta extraordinariamente difícil romper mi silencio sobre una obra literaria inclasificable, cuya densidad y talla me absorben, por motivos diversos que han ido «suplantando» a los originales. Quiero decir que aquellos primeros eran de índole más pragmática que los vitales que les han sucedido.

De una poética «aparición» deslumbradora en mi adolescencia, que llegó en fotocopias, a una perturbadora «reaparición» en mi juventud: Descripción de la mentira; hasta una constancia recurrente, provocada por el rigor, la convulsión sujeta, la hondura de emoción, la sabiduría, la perfección, la reflexión (útil y amenísima del último libro de ensayos habitado de humor) que encontré en textos irrepetibles: Edad, Libro del frío, Libro de los venenos, El cuerpo de los símbolos. Viajando a las raíces me empapé de progenie en Otra más alta vida, del poeta homónimo Antonio Gamoneda, padre de nuestro autor, y a quien, este huérfano tempranísimo, sólo pudo sentir a través de los versos, ay.

Empecé hace dos años y medio una tesis doctoral, en la que he atravesado todo tipo de fases doloridas, abandonada el último año y pico, desde mi regreso a España, a lo que creía una gran soledad en mi trabajo académico que luego se incrementaría de otras muchas sin belleza barroca. Me equivocaba.

Recomiendo (cualquiera, todos) los títulos a quienes quieran «crecer», amen la gran literatura y la filosofía más humanas y que no se conformen con redacciones apresuradas y evasivas fruto de mercadotecnia y vanidades extraliterarias. Las horas que transcurrieron, enfrascada en relecturas y meditaciones, paralizada en alguno de estos libros, me estaban enseñando algo que nunca sospeché. Algo que los imitadores precoces de Gamoneda olvidaron muy pronto, en la huída de la comparación constante, si es que llegaron a captarlo embriagados de fama. Os lo diré.

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‘Blues de Gamoneda’, un artículo de Eduardo Aguirre en Diario de León

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Blues de Gamoneda

Por EDUARDO AGUIRRE
Artículo publicado el 11/02/2020 en la sección de Opinión de Diario de León

Llevo días paseando con la mirada puesta en los escaparates de las librerías, esperando ver en ellos La pobreza, la segunda entrega de la autobiografía de Antonio Gamoneda, que mañana presenta en Madrid. Más que un título es un tatuaje. En su discurso del premio Cervantes dedicó parte del mismo a lo que llamó “cultura de la pobreza”. Y en las primeras páginas de la primera entrega, Un armario lleno de sombra, se preguntaba si no sería más preciso llamarlo “cultura del hambre”. Habrá quien perciba el título como un efecto dramático. Pero es causa y efecto. Pura trayectoria. Si lo fuiste en la infancia, lo eres para siempre. Fue la conclusión a la que llegué cuando indagué sobre la pobreza cervantina, pese a que el mundo académico tienda a negarla o rebajarla. Se trata de un viejo eco, no de un estadillo. Alguien cierra los ojos y visualiza a su madre haciendo un guiso con nada y algo… una casa más fría que la de los parientes…un silencio distinto.… no hay que remontarse a un ayer de posguerra o galdosiano. Hoy, mismo. Gamoneda es muy seguido por los poetas leoneses, algunos de ellos —amigos suyos— tendrán que esperar para leerle a que llegue a la Biblioteca Pública, aunque no sea caro. Buen título, pues, Antonio. A falta de tener la obra en mis manos, he seguido con mucho interés las entrevistas. Por cierto, en la concedida a El País comentaba que firmó el manifiesto por la separación de León porque un amigo se lo pidió, «pero que no me pidan que lo defienda». Y añade: «A mí me da igual León con Castilla que sin ella. No creo en esas divisiones». Un poeta libre nos hace libres.

Siempre me han interesado las obras de los autores mayores, en edad y en jerarquía. Gamoneda es rico en rebeldías y atesora un rico pensamiento, no necesariamente sistematizado ni de siglas. Y sigue macerando. Estoy deseando leer La pobreza.

Ha construido una gran obra poética, escrita en una pequeña ciudad, fuera de los circuitos culturales influyentes. Ajena a localismos, impregnada de universalidad. Tampoco los solos de trompeta de Chet Baker pertenecen a un lugar concreto. El blues de Gamoneda tiene su origen en la pobreza. Y porque la sufrió, sigue ahí. En efecto, como un tatuaje en el corazón.

‘La pobreza’, segundo tomo de memorias de Gamoneda, saldrá a la luz en febrero de 2020

Antonio Gamoneda. Fotografía: Fernando Sanz Santacruz.

Gamoneda hace un ajuste de cuentas

Gamoneda ha tardado más de una década en publicar la segunda parte de las memorias que comenzó con ‘Un armario de sombra’ y que prosigue ahora con ‘La pobreza’.

Por VERÓNICA VIÑAS
(Publicado en Diario de León el 4-1-2020)

En Un armario lleno de sombra (2009) Antonio Gamoneda repasa los estragos de la penuria. Una infancia quebrada por la Guerra Civil. El recuerdo imborrable de ver pasar cuerdas de presos, con destino al campo de concentración de San Marcos, desde la ventana de su casa del Crucero. Ha tenido que pasar una larga década para que el autor del Libro de los venenos se decidiera a proseguir el relato de sus memorias, que concluían al cumplir 14 años, cuando empieza a trabajar como chico de los recados en el Banco Mercantil, de 5 de la mañana a 8 de la tarde, por un sueldo de 89 pesetas.

En febrero llegará a las librerías La pobreza (Galaxia Gutenberg), que el autor define como «un totum revolutum», porque discurre entre aquella adolescencia ‘robada’ y la actualidad, aunque sin una estructura cronológica. Por ello, Gamoneda advierte: «Dejo al lector el trabajo de montar ese desorden». Dice el escritor que en el olvido están los recuerdos. El título de esta segunda entrega de sus memorias «tiene mucho sentido», porque, como admite el autor de Sublevación inmóvil, la pobreza ha condicionado su vida y su escritura. «He sido pobre y, en alguna medida, lo somos casi todos los que pisamos el planeta».

El premio Cervantes repasa unos años que para él fueron «muy duros». «Para mí, para España y para la Humanidad». Por eso, «al libro no le sobra ese nombre». Una narración en la que el escritor reconoce que hay «un ajuste de cuentas». «De algunas personas digo lo que me apetece. No me muerdo la lengua ni conmigo ni con nadie». Personas que ha querido que aparezcan con nombres y apellidos. «De cada una escribo lo que me ha dictado el corazón».

¿Es un acto de valentía? Gamoneda responde que «si es un libro de memorias no se puede disfrazar la verdad. No tendría ningún sentido». «Yo tampoco le gusto a mucha gente y también hay mucha gente a la que quiero». (más…)

María Valdivieso elige una taranta con fagot para reinterpretar a Gamoneda en clave flamenca

Laten en ti bestias felices
Tu cuerpo lleno de pétalos.
Este placer sin esperanza
Ay, qué va a ser de ti
Música del abismo.
[A. Gamoneda. ‘Libro del frío’]

Gamoneda ‘canta’ por tarantos

Romper las reglas para avanzar. Ese es el espíritu con el que Héctor Escobar y María Valdivieso han creado ‘Tribu’, el primer trabajo del nuevo sello discográfico de Eolas. En él, la cantaora se ha atrevido a abrir las puertas del flamenco a la poesía de autores que, como Antonio Gamoneda o Juan Carlos Mestre, carecen de métrica y el ritmo tradicionales. La presentación tendrá lugar en Sevilla, Madrid y León en el otoño y no estará exenta de polémica…

Por CRISTINA FANJUL
Noticia publicada en Diario de León el 12 de agosto de 2019

Corre el riesgo de que los ortodoxos le declaren la guerra, pero María Valdivieso contaba con eso cuando comenzó a trabajar en este proyecto hace ya más de tres años. «Ya le pasó a Camarón y, después, a Enrique Morente, que ahora son considerados clásicos». María Valdivieso ultima —la presentación será en otoño— ‘Tribu’, el disco con el que se inaugura el sello discográfico de Eolas, un proyecto de Héctor Escobar que en esta ocasión llega para dar una vuelta de tuerca al flamenco. No obstante, él mismo destaca que el objetivo del proyecto es dar continuidad con la música al proyecto editorial. «La propuesta es poner en valor cualquier género musical que entre dentro del criterio de la editorial», recalca Escobar, que añade que ya prepara dos trabajos más relacionados con poesía y algún grupo pop.

El trabajo de Valdivieso no será fácil de digerir por los puristas. «Hasta ahora, el flamenco se ha interpretado con letras de poetas como Lorca o Miguel Hernández, poetas clásicos que ‘dialogan’ bien con los palos del flamenco», subraya María, que es consciente de que este proyecto creará controversia. «Hemos elegido poesía arriesgada, libre de métrica y rima. Meter eso en flamenco, que es un arte con mucha estructura, tiene sus riesgos», dice. Gamoneda y Mestre son dos de los poetas seleccionados para el disco. «En sus obras hemos respetado la libertad poética para que el resultado final sea acorde a la vocación lírica con la que nació», destaca María Valdivieso. (…)

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Antonio Gamoneda y Concha Espina, dos leoneses que han rozado el Nobel

Los escritores leoneses Antonio Gamoneda y Concha Espina. J. CASARES – Diario de León.

Los leoneses que rozaron el Nobel

(…) Solo cinco españoles lo han conseguido. José Echegaray, en 1904; Jacinto Benavente, en 1922; Juan Ramón Jiménez, en 1956; Vicente Aleixandre, en 1977; y Camilo José Cela, en 1989. Pero en la lista de nominados al Nobel de Literatura hay decenas de autores españoles que finalmente no lograron el galardón. Es el caso de los leoneses Antonio Gamoneda (1931) y Concha Espina (1869-1955). [El primero nació en Oviedo, aunque reside en León desde niño, y lleva apareciendo en las quinielas del premio de forma intermitente desde que le concedieron el Cervantes en 2006. La segunda, de origen santanderino, publicó en 1914 su obra cumbre, «La esfinge maragata», ambientada en la comarca leonesa de Maragatería, y fue propuesta para el Nobel 25 veces entre 1926 y 1954.]

(…) A la Academia Sueca siempre le ha gustado el misterio. Nunca revela hasta 50 años después los nombres de nominados a los Nobel. (…) Sin duda, es uno de los secretos mejor guardados y, precisamente, este ocultismo suscita todo tipo de quinielas. La casa de apuestas británica Ladbrokes tiene su propia nómina de candidatos, en la que aparecen un centenar de aspirantes al mayor premio de la literatura mundial. El poeta leonés Antonio Gamoneda ha figurado en ella en más de una ocasión. (…)

Este año 2019 la Academia sueca entregará dos premios Nobel de Literatura, después de que el año pasado no llegara a fallarse por un escándalo de abusos sexuales en el seno de la institución que provocaron una cascada de dimisiones. La Academia sueca, en sus horas más bajas, decidía entonces posponer el premio. Así que en octubre se otorgará el de 2018 y el de esta edición. (…)

«El vigilante de la nieve», una exposición de fotografías de Robés (2013) inspirada en el poema homónimo de Gamoneda

El poeta Antonio Gamoneda y el fotógrafo villafranquino José Antonio Robés, en la exposición en el Auditorio de León. Fotografía: Secundino Pérez / Diario de León.

El arte en los tiempos del sobre

Gamoneda pide una economía basada «en su realidad, no en su irrealidad» en la apertura de una exposición del fotógrafo Robés inspirada en su poesía

Por N. G. SABUGAL | LEÓN
Publicado en Diario de León, el 12/02/2013

La utilidad del arte y la utilidad de la prima de riesgo. Hum. El frío de unos versos y el frío de la cola del paro. Ejem. De todo esto y más se habló ayer durante la inauguración en el Auditorio de León de la exposición El vigilante de la nieve, una muestra de once fotografías en blanco y negro del fotógrafo villafranquino José Antonio Robés basada en el poema del mismo título del poeta y premio Cervantes Antonio Gamoneda.

«Se trata de configurar una economía basada en su realidad, no en su irrealidad. El dinero y sus desequilibrios internos son los que determinan la crisis», afirmó Gamoneda. Fue tras la consabida pregunta sobre la crisis y los últimos escándalos políticos, que el concejal de Cultura del Ayuntamiento de León, Juan Pablo García Valadés, tuvo que repetirle porque, ironizó el poeta, «si como poeta soy mediano como sordo soy perfecto». «Los sobres y eso», reseñó Valadés.

Gamoneda lamentó que esta crisis económica, en la que estamos «dolorosamente sumergidos» será superada pero supondrá, no sólo en el España sino en el mundo, «una enorme transformación histórica del sistema económico». «No es creíble que exista una crisis económica cuando sobre la superficie de la tierra existe la misma riqueza potencial que en los años que no eran de crisis», añadió Gamoneda. (más…)

Antonio Gamoneda: «Hay que organizarse para que el capital no nos utilice»

JUNTOS POR EL FUTURO DE LEÓN

Gamoneda: «Hay que organizarse para que el capital no nos utilice, de lo contrario la manifestación será en vano”

«Cuando la izquierda gobierna, las cosas no cambian. Van mejor, pero no cambian»

[Reproducimos el artículo publicado en DIARIO DE LEÓN el 15/11/2018]

Por CRISTINA FANJUL

«Hay que organizarse para que el capital no nos utilice; de lo contrario nada valdrá para nada y la manifestación de esta tarde será en vano”. El premio Cervantes Antonio Gamoneda, encargado de leer el manifiesto de la manifestación que hoy reivindicará un futuro para León, se muestra crítico con las dinámicas de la sociedad y advierte de que el poder económico siempre encuentra la manera de revertir las luchas sociales para ganar. “Ya ocurrió en la Revolución Francesa y se repitió en España con la Guerra Civil, que fue un levantamiento asociado a decisiones y ayudas de capitalistas, como el banquero Juan March y otros, para mantener el poder en un país que se les iba de las manos”.

El poeta considera que una de las maneras de quitar la máscara al sistema es dejar de consumir con sus reglas. “En algunas zonas de Alemania, por poner un ejemplo, se han creado cooperativas para que dejen de ser las grandes multinacionales las que controlen todos los niveles de la cadena”, destaca, y añade que los agricultores, por ejemplo, tienen derecho a recibir un precio justo por su producción. “La base es la que debe poner en marcha las medidas para que la revolución triunfe. No estoy hablando de nada sangriento, sino de justicia”, manifiesta el escritor, que explica que si cada vez más personas compraran directamente a los productores, mediante una simple fórmula cooperativa, las multinacionales sabrían que las cosas pueden cambiar.

Antonio Gamoneda defiende que el problema no se circunscribe a León, por lo que no cree que la provincia hubiera estado mejor si en lugar de con Castilla su historia reciente se hubiera moldeado como comunidad uniprovincial. “Los políticos están al servicio del poder económico. Da igual que sea izquierda o derecha, bueno, prefiero a Pedro Sánchez que a Aznar, pero al final, todos tienen que mantener la mascarada”. Por eso, mantiene que la dialéctica no debe llegar tanto de una contraposición entre los intereses de una provincia con otra cuanto de la toma de conciencia ciudadana de que la modificación de los hábitos de consumo es capaz de cambiar el modelo. “Ahora comienzan a decir que con el cambio climático habrá que comprar coches eléctricos, cuando lo verdaderamente importante es ser conscientes de que no necesitamos coche, ni pagar letras, ni hacernos un seguro, ni vivir con todas las servidumbres a que nos obliga la industria multinacional del automóvil y del petróleo ”, incide.

Antonio Gamoneda sostiene que esta democracia no lo es en realidad. “Sí, podemos reunirnos y decir lo que pensamos, y hablar, y votar pero ¿qué? La Constitución dice que tenemos derecho a una vivienda y habrá gente que piense ¿y dónde está la mía? Y también se habla del derecho a la educación pero si yo vivo en un pueblo sin escuela y tengo hijos ¿cómo me ayuda esa democracia regida por una dictadura económica?”

Por todo ello, el escritor defiende la necesidad de prolongar la manifestación más allá de la tarde de hoy y reivindica que la marcha por el futuro debe extenderse a la vida diaria de los leoneses. “Sí, es cierto que si la gente se va hoy a casa tras la manifestación y se pone a ver el fútbol y se olvida de lo esencial, esto no habrá servido de nada porque me da igual León que Málaga, al final todas las provincias tienen el mismo problema”.

Gamoneda: «Soy un feminista que desearía que no hiciera falta serlo, que este cruel y tonto asunto estuviera resuelto desde antes del Viejo Testamento»

El poeta leonés Antonio Gamoneda en el despacho de su casa, rodeado por miles de libros, donde trabaja desde hace años en la segunda parte de sus memorias. Foto: RAMIRO – Diario de León.

ANTONIO GAMONEDA ■ POETA

«Soy feminista por la fuerza de los hechos»

Es un rebelde a punto de cumplir 87 años ■ Su afán por reescribir y corregir hasta el infinito retrasará un año más la publicación de la segunda parte de sus memorias ■ Afirma que el fisco es enemigo de la literatura, que tenemos una falsa democracia y anima a combatir el recorte de libertades haciendo, precisamente, lo que nos prohíben

Una entrevista de VERÓNICA VIÑAS, publicada en Diario de León el 13/5/2018

—¿De qué le ha salvado la poesía?

—Iba a decir que de nada, pero no sería muy justo, porque la poesía tiene una especie de poder de liberación, transitoria, pero liberación. Una preocupación, una situación depresiva o un día malo la poesía puede, de alguna manera, convertirlo en un objeto estético formado por palabras. Esa experiencia es liberadora.

—¿Le incomodan etiquetas como poeta existencial o materialista?

—Las etiquetas son incómodas siempre, pero no las retengo ni hago caso. Pienso que si a la gente le gusta etiquetar, pues que etiquete.

—En su poesía abundan los colores, los olores y los sonidos. ¿Definiría su lenguaje como sinestésico?

—Buena parte de mi lenguaje se origina en datos de la sensibilidad corporal y física. Me parece que es bastante normal que así suceda. Acepto esa posible definición, bien entendiendo que procede y se genera a partir de la sensibilidad que tienen las palabras.

—¿Los poetas tienen fecha de caducidad como los yogures?

—Seguro. Con esas mismas palabras lo decía el gran Claudio Rodríguez. Tengo la sospecha, que no me proporciona demasiada alegría, de que ese calendario anda rondándome ya, si no me ha rondado definitivamente.

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Verónica Viñas entrevista a Gamoneda con motivo de la publicación de «Un armario lleno de sombra» (2009)

ENTREVISTA | ANTONIO GAMONEDA | POETA Y PREMIO CERVANTES

«Escribí mis memorias para reencontrarme con el pequeño canalla que fui»

Gamoneda publica sus esperadas memorias, «Un armario lleno de sombra», donde relata sin paliativos su infancia

Por VERÓNICA VIÑAS
(Entrevista publicada en Diario de León el 14 de mayo de 2009)

Dice Gamoneda que en el olvido están los recuerdos. Pero él no ha podido ni ha querido olvidar su infancia en León, una de las ciudades más castigadas por la represión franquista. Ásperas, amargas, pero sobre todo, sinceras; así ha querido Antonio Gamoneda que sean sus memorias, sin paliativos, pero sin crueldad ni exhibicionismo. Todo sucedió el día que el poeta se decidió a abrir el armario de su madre, fallecida tiempo antes. Los olores, los objetos… pudiera decirse que le tendieron una emboscada. A través de este armario Gamoneda se adentra en el pozo de los recuerdos, en el capítulo de una infancia quizá perdida, quizá ahogada por recuerdos demasiado dolorosos. A los 78 años el escritor ha podido afrontar el difícil ejercicio de contar sus primeros recuerdos en un León oscuro y terrible. Tras varios retrasos, fruto de su incansable obsesión por corregir cada palabra, llega a las librerías Un armario lleno de sombra ( Galaxia Gutenberg). Gamoneda no sabe aún si tendrá continuidad.

-Abrir el armario de su madre, tras su muerte, ¿fue como abrir ese trastero que todos tenemos en el cerebro y donde arrojamos aquello que queremos olvidar?

-No abrí el armario para encontrarme con algo que hubiera querido olvidar. Mi actitud era más bien la carencia de recuerdos, aunque tuviese los suficientes para configurar mis estados de ánimo.

-En los libros de texto de niños como su nieta la Guerra Civil apenas ocupa un párrafo, donde no se habla de golpe militar. Cuando lean «Un armario lleno de sombra», ¿no cree que pensarán que es pura fabulación?

-Como no es mi libro el único que se ocupa de eso y existe una enorme documentación, esos niños estarán en una parecida situación a los que tienen ahora 20 años y a los que la Guerra Civil, en cierto modo, recae en su conocimiento y en sus posibilidades ideológicas -que no son muchas- como las guerras con los visigodos… Para ellos es algo que pertenece a un pasado lejano. Pesará poco en su conciencia, pero de ahí a pensar que es pura fabulación hay gran distancia. Nuestra Guerra Civil está muy documentada, aunque los documentos sean sentenciosos. Ahí está la obra de Secundino Serrano, que es un estudioso que deja poco margen para que los jóvenes piensen que he instrumentado una fabulación.

-Puede resultar fácil desenmascarar a los extraños, pero también habla de su familia sin paliativos. Dice: «Mi padre fue un morfinómano…».

-Me he planteado un reencuentro conmigo mismo y con quienes son causa de que llegase a existir. Me lo he planteado en términos no de crueldad o exhibicionismo, pero tampoco sin paliativos o edulcorantes; y eso en lo que se refiere a mis antecesores, a mí mismo y a aquellas personas de un entorno que se da en una época muy difícil. Aunque no disfruté diciéndolo, si hago unas memorias no es para mentirme a mí mismo, sino para reencontrarme con el pequeño canalla que yo fui. Quiero decir lo bueno y malo del cinturón social que me rodeaba, con los hechos por delante y, desde luego, sin intentar ni ennegrecerlos ni salvarlos de la negritud.

-Escribe que en la guerra, en León el pan era negro; y en Oviedo, aún peor, era amarillo, y le produjo hepatitis…

-Sí, el de Asturias estaba dominado por el maíz y era prácticamente venenoso.

-¿Recuerda cómo sabía?

-Me imagino que si por un milagro de temporalización alguien me trajese aquellos bollos los reconocería como el pan de la guerra.

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Gamoneda, compartiendo recital con Leopoldo María Panero en León (2011)

Leopoldo María Panero, recibido por Gamoneda, quien echó de menos más actos en homenaje al astorgano. Foto: Javier (Diario de León)

LEOPOLDO MARÍA PANERO:
«La literatura es ahora mismo

lo único que me separa del suicidio»

~ ~ ~
Leopoldo María Panero reaparece
para compartir recital con Antonio Gamoneda

Por EMILIO GANCEDO
Publicado en Diario de León el 07/05/2011.

Escritor maldito por antonomasia, su reclusión en un sanatorio mental de Las Palmas de Gran Canaria no impide a Leopoldo María Panero (Madrid, 1948), de la insigne y muy literaria saga astorgana de los Panero, producir con regularidad poemarios que se ven respaldados de manera firme por la crítica especializada. Ayer, y después de una larga temporada de silencio público, reapareció el autor de Locos de altar , su última obra, en la jornada Anatomía de la llama organizada en el marco de la Feria del Libro leonesa por la Concejalía de Cultura y la Fundación Monteleón.

Fue en la segunda parte de la jornada cuando Panero y Antonio Gamoneda se encargaron de leer una serie de poemas seleccionados; en la primera, y bajo el lema Los prestigios y la literatura, participaron en una mesa redonda los escritores Álvaro Pombo, Ángeles Caso, Kirmen Uribe y el propio Gamoneda. En ella quedaron patentes las muy diferentes maneras de entender la fama, y así, Pombo se atrevió a reivindicar la discriminación, que puede espolear una fructífera creación literaria.

Leopoldo María Panero, inclasificable, imprevisible, ácrata, atrabiliario y de discurso enmarañado en el que se alternan momentos de brillantez con otros de aparente descontrol verbal, explicaba ayer a este periódico que su poesía, con el correr del tiempo, se ha vuelto «más alambicada» y que muy pronto sacará a la luz un nuevo poemario, que llevará por título El canto del frío. ¿Su contenido? «El soneto por el soneto», dijo.

Y es que al hijo de Leopoldo Panero se le anima el semblante cuando piensa que «le van a llevar» a la próxima Feria del Libro de Madrid a firmar ejemplares. Porque desde finales de los años ochenta, cuando comenzaba su obra a alcanzar un unánime aplauso de los críticos, se decidió su ingreso en un psiquiátrico, el de Mondragón, y diez años después se estableció en el Hospital Psiquiátrico Rey Juan Carlos de Las Palmas de Gran Canaria.

Sobre su sanatorio. Ayer, Leopoldo María Panero confesaba sentir ese centro como «un campo de concentración» en el que «se entra cuerdo y se sale loco» y, a la pregunta de por qué se encuentra en ese lugar, respondió: «La culpa fue de mi madre, que me metió allí después de que intentara suicidarme dos veces, y porque me hinchaba a drogas». Entonces, ¿es que ahora está perfectamente? «Bueno, la paranoia es de verdad», asumió el autor de una cincuentena de obras entre las que se cuentan Presentación del superhombre o Escribir como escupir y a quien diagnosticaron una esquizofrenia después de que, con poco más de veinte años, decidiera experimentar con todo tipo de estupefacientes. Así pues, ¿por qué continúa escribiendo Leopoldo María Panero? Con escalofriante seguridad, el poeta responde: «La poesía, la literatura, es ahora mismo lo único que me separa del suicidio». Y brama improperios sobre su reclusión en el sanatorio de entre los cuales apenas se alcanza a entender: «¿Pero a quién he matado yo? ¿A quién?». No obstante, se le argumenta, ha habido grandes autores que pasaron parte de sus vidas en sanatorios («¿quién? ¿Nietzsche?», pregunta a su vez). Y entre extrañas referencias a la CIA y a Mallarmé, Panero anunció sentirse «muy maltratado por este país».

No dudó Gamoneda en calificar de histórica la jornada de ayer y en subrayar el hecho de que la poesía es «el único sentido de la vida para Leopoldo».

FABIÁN PANISELLO PONE MÚSICA A GAMONEDA (2011)

Fabián Panisello en sulponticello… Haz un click.

FABIÁN PANISELLO PONE MÚSICA A GAMONEDA

El compositor argentino estrena en Madrid
su versión musical del ‘Libro del frío’

Por VERÓNICA VIÑAS
Artículo pubicado en Diario de León / 
25/10/2011

La poesía de Gamoneda es pura música. Y su Libro del frío, poblado de raras criaturas como el ‘animal del llanto’ o el ‘animal perfecto’, es una fuente inagotable para los compositores. El argentino afincado en España Fabián Panisello también se ha dejado seducir por el ritmo que subyace en los versos del escritor leonés. Ha hecho una nueva versión musical del poemario que ya inspiró al gaditano José María Sánchez-Verdú. La Fundación BBVA, que ha producido el disco, acoge hoy, en su sede de la madrileña calle de Recoletos, la presentación de la obra para soprano y ensemble compuesta por Panisello sobre poemas del Libro del frío. En la premiere de este nuevo volumen de la colección Compositores españoles y latinoamericanos de música actual, Gamoneda leerá algunos de los textos elegidos por Panisello, la voz la pondrá la soprano Allison Bell y la música correrá a cargo del Ensemble Meitar.

Para Gamoneda será una sorpresa. Confiesa que aún no ha podido escuchar cómo suenan los once poemas del Libro del frío a los que Panisello ha puesto música, aunque ya se estrenaron en Buenos Aires y Viena, «donde no pude ir». El Cervantes leonés ignora por qué Panisello eligió su libro. «Me dijo que estaba trabajando sobre él y yo le di mi autorización». No es la primera vez que Gamoneda colabora con artistas de otras disciplinas. No sólo ha trabajado con músicos, sino támbién con artistas plásticos como Tápies, Sicilia, Álvaro Delgado o Félix Cárdenas. El frío, ese frío «que nunca ha cesado» ha sido determinante en la estética de Gamoneda. Al compositor gaditano José María Sánchez-Verdú también le atrajo el Libro del frío, al que puso música hace dos años y cuya obra estrenó en el marco del Festival Internacional de Órgano. Curiosamente, Verdú recurrió a la particularísima voz de un contratenor para cantar los versos del poeta leonés, quien entonces confesó: «Mi escritura es, antes de ser literatura, que lo es sólo secundariamente, un hecho existencial. Por tanto, con sus fallos, la escritura que yo hago no es que proceda, sino que es parte de esa vida». Gamoneda desconoce si Panisello conoce la versión de Sánchez-Verdú sobre el Libro del frío. «Ninguno ha incluido todo el libro», aclara.

Música aérea. Panisello, director de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, empezó a componer antes de aprender siquiera a escribir. Al compositor argentino le fascina la música africana, en la que centró su tesis, pero también le han marcado compositores como Bach, Ligeti, Mozart, Debussy, Mahler y el complejo Schönberg. «Me gusta que mi música tenga un carácter aéreo y que sólo en momentos puntuales toque tierra», confiesa el compositor. La rapidez es expresión sintomática de aquello que constituye la verdadera alma de la música de Panisello: el movimiento

Panisello ya puso música al documental Escritura y alquimia, dirigido por Enrique Corti y César Rendueles, una cinta que intercala declaraciones del poeta leonés en las que reflexiona en torno a su obra con materiales biográficos y lecturas de poemas a cargo del propio Gamoneda. La película se rodó en su casa y en escenarios que han sido determinantes en su vida. La camara seguía a Gamoneda por los lugares de su infancia, por el bosque, por la orilla del río en la que jugaba de niño y hasta el balcón de su casa en el Crucero, desde el que veía pasar las cuerdas de presos republicanos camino del campo de concentración de San Marcos.

En el 2003 Gamoneda revisaba y ampliaba el Libro del frío. Añadía entonces una veintena de poemas, bajo el titulo Frío sin límites; una aportación nacida de la reflexión en torno a la obra de Antoni Tàpies, con quien Gamoneda ha dialogado en libros y exposiciones. Y es que Gamoneda teje y desteje sus obras, siempre expuestas a una permanente revisión.

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40 años de ‘Descripción de la mentira’ / «Palomas en el desván», por Ernesto Escapa

Antonio Gamoneda en 30 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), México, en noviembre de 2016. © Foto: EFE/Ulises Ruiz Basurto.

EL TERRITORIO DEL NÓMADA

Palomas en el desván

Este diciembre acoge el cumplimiento de los 40 años de la publicación de «Descripción de la mentira», del Cervantes Antonio Gamoneda (1931), uno de los hitos literarios de la Transición, que brotó a lo largo de 1976 en la Vega de Boñar… divergente

Por ERNESTO ESCAPA
Publicado en el suplemento El Filandón de Diario de León, el 10/12/2017

El propio poeta contó, en el preámbulo a su antología Sólo luz (2000), cómo en un paseo de cavilación por el soto de Boñar, se le aparecieron «unas pocas palabras de timbre musical». Tenía entonces una casa conventual alquilada en La Vega, a la vera del Porma, hasta la que se acercaba los fines de semana con la familia en el tren de vía estrecha. En aquel lugar de sosiego, un Gamoneda severamente abatido por la perplejidad compuso Descripción de la mentira, que inaugura una poética singular y distinta en la lírica grupal española. No es una poesía de circunstancias, a pesar de su testimonio moral de la posguerra, porque no es figurativa ni tributaria de la realidad, sino que directamente la crea: sus versículos traducen la conciencia del autor en un largo poema trenzado en espiral con resonancias de salmodia. El conjunto, formado por 21 secuencias distribuidas entre hiatos de silencio, engarza el pálpito desolado de la memoria ante la perspectiva callada de la muerte. La conciencia del poeta se convierte en lenguaje, donde cristaliza su visión del mundo, de la experiencia individual y colectiva. El conjunto se organiza en movimientos que representan el vaivén de los recuerdos, encaminados hacia el sosiego de la muerte, que se representa como depositaria del resplandor y de la luz: «Sólo vi luz en las habitaciones de la muerte». Con ella dialoga «en los establos olorosos, hasta que lame dulcemente mis labios».

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«Antonio Gamoneda y León», un artículo de Pérez Chencho

Pérez Chencho, en una foto de Diario de León.

Antonio Gamoneda y León

[Este artículo de opinión se publicó en Diario de León el 3 de diciembre de 2006, en «El balcón del pueblo», la sección de opinión del periodista Juan F. Pérez Chencho (fallecido en marzo de 2008), con motivo de la concesión a Antonio Gamoneda del Premio Cervantes 2006.]

Por JUAN F. PÉREZ CHENCHO

EL BRILLO de los metales es más luminoso que nunca. Estos días parece que se ha escrito ya todo de Antonio Gamoneda, Premio Reina Sofía de poesía iberoamericana y Premio Cervantes, el más alto galardón de las letras españolas. Sin embargo, aún queda mucho por decir sobre Gamoneda y León. Porque Gamoneda comenzó su andadura literaria como el más joven colaborador de la revista Espadaña , cuyo bracero esencial era Victoriano Crémer, bajo la protección humanista y vigilante del cura Antonio González de Lama. Pero muy pronto se convirtió en lo que sigue siendo hoy: el principal agente cultural de León. Gamoneda y León son indisociables, como el mar y el cielo. Alentó y orientó en su juventud, allá por las últimas bocanadas del 60, a muchachos de entonces como Luis Mateo Díez y José María Merino, promotores de Claraboya . Otra generación con Julio Llamazares, Ildefonso Rodríguez y Ernesto Escapa en primera línea, también le reconocen como su primer maestro. E igualmente, la nueva generación de jovencísimos poetas, como Luis Artigue y los del Club Leteo, se han puesto bajo su protección y magisterio. Por el medio, Gamoneda también ha hecho otras cosas. Ya se sabe que el poeta es un hombre como todos los demás, y por añadidura, compone versos. En los primeros años de la década del 70 organizó las bienales de pintura de la Sala Provincia, que alcanzaron repercusión nacional. Y en esos mismos años aturdidos y aquietados promevió el premio de poesía «Provincia» o la revista Tierras de León.

Gamoneda situó a los servicios culturales de la Diputación en una altura que nunca han vuelto a alcanzar. En la actualidad es patrono de la Fundación Sierra-Pambley, que cumple una función indispensable en la vida cultural leonesa. En resumen: los últimos 40 años de la vida cultural leonesa no se entenderían sin la participación activa de Gamoneda. Y por eso, además de por su obra poética, León debe rendirle un sentido homenaje. Ya es «honoris causa» por nuestra Universidad; el Ayuntamiento va a nombrarle Hijo Adoptivo, y la Diputación a otorgarle la Medalla de Oro de la Provincia. Correcto. El brillo de los metales no va a ser cegador para Gamoneda. Lo merece. Y además tiene unas cejas que son como toldos para poner sombra en el escaparate. Sobre su obra también podría pensarse que está casi todo escrito. Pero aún hay novedades. Por ejemplo, el mejor estudio sobre la obra de Gamoneda es una tesis leída hace pocos meses en la Universidad de León por Carmen Palomo. Será publicada en fechas próximas. Antonio Gamoneda forma parte del paisaje urbano de León, especialmente en los alrededores de la Catedral, donde los angelotes de piedra se abrazan a las columnas. Pero sobre todo forma parte del paisaje espiritual e íntimo de todos los leoneses que durante estos años hemos tenido el placer y el privilegio de disfrutar de su amistad. Seguirá igual. El Gamoneda escéptico, profundo y universal no va a cambiar. Le llamé el viernes, cuando regresaba en tren a su ciudad. Una llamada de felicitación, sin más. Cuando le digo: «Un abrazo muy fuerte, Antonio», me respondió: «Gracias, Pérez Chencho; pero que el abrazo no sea muy fuerte, ya que tengo dos hernias discales». Es el Antonio de siempre.