
Una obra del pintor leonés Manuel Sierra.
De la quietud, un pájaro,
a impulso de su canto,
pensativo se alza.
Y, de pronto,
ya no hay pájaro: lluvia,
cristal vivo, hacia arriba
crece.
Alguien tiende
su mano silenciosa,
alguien está diciendo
adiós, adiós sin palabras.
ANTONIO GAMONEDA
(De ‘Sublevación inmóvil’)