Un poema de Gamoneda dedicado a la escultora Castorina, fallecida el 18 de febrero de 2019

Castorina con la maqueta de la escultura “Maternidad” que llevó a cabo en Astorga, en gran formato, junto a su amigo el escultor Amancio González Andrés, en el año 2014.

La escultora Castora Fe Francisco Diego, más conocida como Castorina, ha fallecido este lunes 18 de febrero, en Astorga, a los 90 años de edad. Incansable y vital, desarrolló una amplia obra, principalmente escultórica, desde los años 50 hasta nuestros días.

El poeta Antonio Gamoneda le dedicó este poema y lo leyó en el homenaje que recibió Castorina de sus amigos, hace cinco años, con motivo de su 85 cumpleaños:

CASTORINA

De los abismos castigados por las tormentas y los vientos,
del sílice obediente a la incandescencia volcánica,
de la congregación de los basaltos y los mármoles
y de los cantizales ocultos en los ríos, casi una eternidad
que acarician las aguas,
con sus manos visitadas por la luz, Castorina
rescata las profundas esferas maternales
y las entrega suavemente
al espacio.

Ah ternura terrestre, acumulada
pulsación de materias levantada por el amor,
ahora semejante a la majestad giratoria
que al filo del crepúsculo establecen los pájaros.

Como a un reino perdido, mis ojos invernales
regresan a su infancia.
Ah, creadora de albas,
labradora del aire, escultora del tiempo,
vidente serenísima de un pasado sin lágrimas.

ANTONIO GAMONEDA

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